Amazonas

Amazonas
Atardecer desde el barco, río Amazonas

domingo, 1 de enero de 2012

Del Titicaca al Amazonas, un recorrido por la sierra, la costa y la selva del Perú

28 de diciembre, día de inocentes, salimos de La Paz en un taxi a Desaguadero, frontera con el Perú, cargando mochilas como cada año, aunque esta vez incluimos una hamaca en el equipaje, porque el destino sería el río más caudaloso del mundo: el Amazonas.

Rápidamente conseguimos un bus directo hasta Arequipa a sólo 20 soles. Claro que el viaje que dabía durar 7 horas, duró 9 por las largas paradas en Puno y Juliaca para que se llenara el bus. Bordeamos el lago Titicaca, el más alto del mundo, mirando la Isla del Sol, en la parte boliviana y las montañas nevadas que son marco de este espectacular espejo de agua.

Arequipa nos recibió con una fuerte lluvia, nos fuimos en un taxi hasta el hostel que habíamos reservado (Marlon's) y luego a comer en una chifa que fue lo único que encotramos cerca, la comida estuvo buenísima. Temprano salimos a recorrer la ciudad, la plaza de Armas con su catedral blanca, el mirador de Yanahuara con sus arcos que enmarcan la vista de la ciudad, y el centro, patrimonio de la humanidad. Falto tiempo porque a las 18:00 salimos rumbo a Lima, en un bus cama que nos cobró 70 soles, una ganga en época alta. Pasamos por Nazca, aunque de noche, por Ica, la tierra del vino y el pisco, y pudimos ver sus extensos viñedos, y por Chincha hasta llegar finalmente a la ciudad de los virreyes.

Un bufet criollo fue motivo para viajar como una hora en esta enorme ciudad, hasta que llegamos al reconocido restaurante "El Bolivariano", lamentablemente el bufet sólo se prepara los domingos, así que tuvimos que pedirnos unas especialidades de la casa que nos recordaban en cada bocado por qué Lima es una de las ciudades más famosas por su gastronomía de nivel mundial. Por la tarde una vuelta por Miraflores, Larco Mar y zonas cercanas, antes de dirigirnos al Mágico Paseo de las Aguas, con sus hermosas fuentes y su espectáculo de agua, música y video, donde Bolivia también estuvo representada con el baile de caporales y la música de Los Kjarkas.

Una última vuelta por el centro histórico, antes de volver al Kusillos Hostel, porque al día siguiente salíamos muy temprano rumbo a Iquitos. No hubo tiempo ni de un pisco, pero ya llegará el momento. Gracias al amigo Deivis, llegamos a tiempo al vuelo pese al caótico tráfico y lo atestado de la terminal aérea. StarPerú tiene unos aviones pequeños, como del TAM, y tardamos hora 15 a Tarapoto (quería poner de título a este relato: "Del Titicaca a Tarapoto", pero no sonaba bien) y de ahí 50 minutos a la capital amazónica del Perú, Iquitos, que nos recibió con 35 grados y el increíble sonido de la selva, desde el aire pudimos ver el gigantesco río... en unos días nos tocaría navegarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario