Amazonas

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Atardecer desde el barco, río Amazonas

lunes, 9 de enero de 2012

Leticia y Tabatinga

En realidad Leticia y Tabatinga son una sola ciudad, separadas apenas por una avenida, es más en plena línea fronteriza (la jardinera de la avenida) sólo hay unos conos en el lado colombiano que nos indican que ya estamos en otro país. Pero entre uno y otro lado la diferencia es muy grande, parecen el barrio rico y el barrio pobre. Leticia es más limpia, ordenada y moderna, con sus centros comerciales, tiendas de ropa, agencias de viajes y turismo, hoteles, restaurantes, etc. En cambio en Tabatinga la cosa es más de mercado, con kioskos de comida, casas más modestas, mucho comercio callejero.

Como perdimos la conexión en el barco, nos quedamos dos días más en estas ciudades, y aprovechamos para ir al parque temático de Mundo Amazónico, que está a unos 15 minutos en motocar desde el centro de Leticia. Es un espacio donde uno puede apreciar diferentes plantas, flores de aromas increibles, árboles medicinales, frutos silvestres, burundangas y otras vainas. Incluye un amplio relato de los trastornos producidos por las plantas alucinógenas. También se puede interactuar con una serie de animalitos que están al cuidado de los propietarios, unos monos, un tejón y otros bichos raros (los animales, no los propietarios). También pudimos usar el arco, la flecha y la servatana como lo hacen los indígena-originarios de la amazonía, y nos pusimos las coronas de plumas.

El chiste nos costó 20.000 pesos colombianos, o sea 20 reales, o sea 72 bolivianos, o sea casi 11 dólares. Caro, pero valió la pena. Además así nos fuimos acostumbrando a los elevadísimos precios del Brasil. Luego nos fuimos por una deliciosa bandeja paisa, para recordar que estábamos en Colombia y así degustar su rica gastronomía. Por cierto aquí se usa indistintamente los reales y los pesos colombianos, pagas en una moneda y te dan cambio en otra, o mezclado, nadie se hace lío. Lo que si no aceptan mucho son soles peruanos.

El pásaje en la lancha rápida desde Iquitos nos costó 70 dólares y el pasaje en el barco SM Bandeirantes II para llegar a Manaus otros 70. Buena parte de nuestra platita se fue allí, así que los próximos capítulos narraran seguramente nuestra amazónica mendicidad. Nos fuimos finalmente por algunas proviciones para el viaje y a esperar la salida...

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